No debe ser muy común ir caminando por una estación de subte (o metro para los lectores no argentinos) y cruzarse con una TV LCD conectada a un Nintendo Entertainment System (o NES). Mucho menos común debe ser que el joystick de esa consola tan anticuada para estas épocas sea del tamaño aproximado, digamos, de un automóvil. Pero, aunque suene extraño, esta experiencia es la que están atravesando durante estos días los pasajeros del metro londinense que deambulen por la estación Liverpool Street.
Ben Allen con su creación |